Salimos de aquella histeria hacia otro lugar,huyendo de los colmillos de la soledad; Regalada, ofrecí el sabor de aquellos que en albergues se hacen tibios y no llegan al orgasmo ganador, que ganador!
Fue ahí que comprobe que siempre puede haber algo peor, fue así que comprobe que la angustia es prima de la desesperación;
Y que a veces, tal vez, estar sola es mejor y que al cielo no se llega nunca de a dos.